Sobre mí

Soy  los recuerdos, la alegría, las lágrimas de las personas que amo, de aquellas que me encuentro, de aquellas que se van. Soy movimiento que respira, que se pausa, que siente, que piensa, que imagina. Soy un cuerpo maravilloso que enferma de vez en vez para saberse trabajar de nuevo. Soy una persona, una mujer, una hija, una esposa, una compañera, sin preferencia de alguna. Soy errores, aciertos, dudas, preguntas, respuestas. Soy un camino, un proceso que voy recorriendo. Soy artista, creadora, soñadora, soy una sonrisa y una lágrima. Soy gracias a ti,  quien se revela como una verdad libre y maravillosa. Soy como tú, un ser humano que vive, que muere, que se cae y en pie se vuelve.

En realidad, no me percibo en pertenencia a una descripción. He creído desde pequeña que cada día es tan inmenso y complejo que una palabra es pequeña para contenerlo. Todo lo que ocurre es una red que te conduce a expandir, multiplicar, explorar y descubrir conocimiento por todos lados, en cada espacio, en cada tiempo.  Mi identidad surge de las raíces de la Tierra de México, quien me ha guiado a través de ancestros, familia y amistades a investigarme, reflexionar acerca de quién soy y de todo lo que me rodea, siendo las primeras formas la danza, la pintura, el dibujo, la escultura que se han transformado en  el lenguajes de interconexión e intercambio con mi entorno.  Ese tejido de elementos simultáneos ha sido sostenido por la presencia de energías que constantemente se han presentado bajo diversos nombres y presencias: ángeles, elfos, hadas, sirenas, Jesús, la misma vibración del planeta. Todos acompañándome, sosteniéndome, apoyándome a hacer lo que disfruto: compartir, amar y participar de los procesos individuales de todos.